¿Dónde se originó el masaje tailandés?
Una de las teorías sobre su origen lleva a Shivago Komarpaj, quien fue el médico de Buda, hace aproximadamente 2500 años. Él combinó conocimientos y técnicas de la India, como la medicina ayurveda y el yoga; con el manejo de los canales energéticos de la medicina tradicional china y la digitopuntura japonesa, para crear esta práctica terapéutica.
Otros creen que el masaje tailandés tradicional se originó hace miles de años en los campos de dicho país, cuando los campesinos, cansados de las largas faenas de trabajo, acudían a curanderos para ayudarlos a mejorar sus dolencias. Estos utilizaban sus conocimientos influenciados de otras medicinas asiáticas (como las que te indicamos antes), dando como resultado este masaje milenario.
El hecho es que esta técnica ha pasado de generación en generación y sigue muy vigente en la actualidad. Además, es una representación de la cultura tailandesa en el mundo, tanto así que la UNESCO lo incluyó, en el 2019, en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
EL Masaje Tailandés en pareja
Compartir un masaje tailandés con tu pareja puede ser una experiencia íntima y relajante.
Conexión emocional: Compartir este momento especial fortalece los lazos emocionales.
Relajación compartida: Ambos se sumergen en un estado de calma y bienestar.
Exploración sensorial: Descubrir juntos las sensaciones del masaje crea complicidad.
El masaje tailandés y sus beneficios
Entre los beneficios de los masajes, y en particular del tradicional tailandés, se encuentra la sensación de paz, equilibrio y bienestar que siente la persona después de recibirlo. Otro de ellos es que podría colaborar con el tratamiento del dolor lumbar.
De hecho, una investigación en la Universidad Andrés Bello de Chile sugiere que es efectivo para disminuir la percepción e intensidad del dolor lumbar, considerándolo una buena alternativa de tratamiento complementario. Así mismo, al masaje tailandés se le atribuyen (de forma tradicional), más ventajas, como las siguientes:
· Aliviaría tensiones.
· Favorecería la digestión.
· Aumentaría la concentración.
· Reduciría el estrés y la fatiga.
· Mejoraría la calidad del sueño.
· Tendría efectos descontracturantes.
· Fortalecería el sistema inmunitario.
· Brindaría sensación placentera y de relajación.
· Aumentaría la tonicidad y elasticidad muscular.
· Incrementaría la movilidad de las articulaciones.